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Sociedad del Conocimiento y Fast Fashion

· 5 min de lectura
Héctor Mansilla Arias

Estamos en un momento de la historia que marcará un antes y un después más allá de la tecnología. No solo por la visión Cognitiva o Cuántica que está tomando la industria, las personas están inmersas en un proceso de inmediatez abrumador.

Es cosa de ver a los más pequeños, todo lo que quieren es para ahora y si no lo obtienen arman un berrinche. Por otra parte, los jóvenes están permanentemente conectados a todo y a todos. Si, asistimos al imperio de las Redes Sociales donde hasta los abuelos usan WhatsApp y los más jóvenes son diestros usuarios de Facebook, Instagram, Snapchat, Pinterest, Devianart, Twitter, etc. Yo estoy escribiendo en Medium, una red social que de una u otra forma esta reuniendo a generadores de contenidos escritos en torno a ella.

Estamos a pasos que la computación cuántica sea una realidad y ello nos moverá a capacidades de procesamiento de datos totalmente diferentes a las actuales. IBM lanzará durante 2019 su IBM Q System One, el primer computador cuántico comercial en la historia.

Generamos millones de datos, dónde estamos, que hacemos, como nos sentimos, a quienes seguimos, quienes son nuestros amigos, que música nos gusta, nuestras series favoritas, comportamiento de consumo, pedimos comida a través de aplicaciones en el teléfono móvil, usamos relojes y hasta vestuario inteligente, los cuales genera más y más datos. Así desembarcamos en el Big Data, la respuesta a la necesidad de procesar toda esta data y generar información para la toma de decisiones.

Tecnologías cognitivas como Watson de IBM permiten ayudar a las empresas a tomar mejores decisiones basadas en el procesamiento de la información, pero Watson no se detiene allí, la tecnología permite generar máquinas de atención telefónica automatizadas que pueden establecer un diálogo guiado y fluido con los clientes, estableciendo en algunos casos hasta el estado de ánimo del cliente y ajustando la conversación al ánimo de quien llama.

Inmediatez, todo para ahora, sobre exposición de nuestras vidas… hoy por hoy los chicos se mueven con la íntima ilusión de convertirse en Influencers, palabra que resume a todos los chicos que suman muchísimos seguidores y marcan tendencia dentro de las redes sociales.

Nos movemos en un pantano donde la cantidad de Likes de una foto puede determinar la continuidad de un noviazgo o la cantidad de reproducciones puede cambiar de manera radical, la vida de una persona.

Pero si todo esto se genera a través de la informática, porque no somos capaces de salir de la burbuja?

Han escuchado hablar de la Obsolescencia Programada?

Es una definición que trata de justificar que los artefactos que antes estaban diseñados para durar por mucho tiempo, ahora tienen una vida útil conocida desde su diseño. Todo esto para generar consumo y dependencia a través del tiempo… Con qué sentido en los años 60 podríamos comprar 3 o 4 autos si esas “joyitas” eran prácticamente eternas e incluso, algunas se pueden ver hasta hoy.

Electrodomésticos que antes duraban 8 o más años, ahora con suerte superan la garantía. Empresas de Retail que lucran con la venta de “Garantías Extendidas”, y el consumidor que termina siendo víctima de un producto que ahora tiene fecha de vencimiento pero que la industria oculta.

Tienes el último iPhone? Quizás entiendas de lo que hablo. Hoy no sería muy cool usar un iPhone 4S, y con suerte podríamos usar un 5S. La industria nos mueve a renovar el equipo cada cierta cantidad de meses, generando dependencia y consumo a largo plazo.

Si vamos al terreno de la moda, empresas como H&M revolucionaron la industria en Chile con el concepto Fast Fashion, ropa línea a precios bajos de corta duración. Cada cierto tiempo, debes renovar tu closet para estar a la moda y seguir la tendencia.

Y que hay de nosotros como padres, muchas veces proyectamos nuestras propias frustraciones en nuestros hijos y queremos que ellos hagan todo aquello que nosotros no fuimos capaces de hacer.

En Chile, entrar a la universidad es un fetiche académico que inunda la sociedad como único camino hacia la movilidad social. Dejando de lado que nuestro país está con una sobre población de “licenciados” y que se requieren con urgencia muchos técnicos, los cuales son incluso mejor pagados que los profesionales.

La inmediatez hace que la vida se nos vaya en un suspiro, que todo se torne negativo y cotidiano, destruyendo relaciones de pareja y en definitiva, quebrando la sociedad en que vivimos.

Aún recuerdo cuando un chico de 10 años me dijo: “Y para qué voy a estudiar si vendiendo drogas mis papás son millonarios y nunca fueron a la escuela?”.

Qué puedes decirle a un niño de esa edad que ya tiene una visión tan marcada por el “dinero fácil» para hacerlo reaccionar?

Sexo y aborto por deporte, drogas, sueños rotos, odio entre clases sociales, modelo económico, político y social en tela de juicio, ejército, policías, la Iglesia (sin importar la doctrina), todo está en tela de juicio y uno se pregunta… A quien creer y en quien confiar?

Todo seguirá su avance y quizás si en este rato de lectura pudiste reflexionar sobre algo en tu vida, he cumplido con la meta.